RABID

El mes se está acabando y pensaba que el balance sería más positivo. Al principio intentaba esforzarme por escribir, pero la ilusión de la novedad se apaga enseguida, como una cerilla. Aquí quería insertar una foto de aquella escena de La Hora del Lobo, tan bonita, en que cuentan un minuto encendiendo 6 cerillas y dejándolas apagarse..... (lo que más recuerdo de la película). Ya le haremos una foto al vídeo, si acaso. Sería una bonita forma de contar el tiempo..... ir contando cómo pasan los minutos de mi vida mientras acumulo tras de mí una montaña de cajas de cerillas..... Pero de todos modos ya lo hago, ahora que lo pienso. Como ya todos sabeis, la principal función de un cigarrillo (de fumárselo, se entiende) es llenar un espacio de tiempo, transformar un vacío en una positividad, en sí es una espera, un ocupar un tiempo con algo, sobre todo un tiempo de nerviosismo. El fumador muy a menudo está desesperado, aunque quizá extrapolo experiencias personales..... La mayoría de paquetes vacíos caen en la papelera de mi cuarto. Si tuviera el síndrome de Diógenes (tan mal llamado, siempre dando mala fama a los cínicos, que eran maravillosos.....) en el que todavía no he caído guardaría las bolsas de basura llenas de paquetes, que me enseñarían materialmente cómo ya he hecho el mismo gesto desesperado miles y miles de veces. Está aquel envío tan fantástico de Penman (sept. 6 , 2006) sobre los fumadores...... Había pensado poner también algunos enlaces, porque últimamente hojeo bastantes blogs, pero el de mi ídolo Penman para mí es el centro, el maná, el nudo de la red que hace circular todo el sistema. Es otro empleo del tiempo, mirar como otros van narrando su psique..... mientras uno mira. Sentarse en un bar a escuchar conversaciones, en el autobús, o de la gente que te cruzas por la calle, es fascinante, siempre les miro a la cara. "El forense dijo.....mejor que se quede todo ahí.....si no....." Llenar un tiempo sin acontecimientos, hecho de nada, humo y paquetes vacíos. Los acontecimientos surgen más bien del pasado, y más vale no volverse a mirarlos. Estatuas de sal. A Orfeo (que es un gran personaje, y no, no me equivoqué en mi parrafada anterior, Orfeo era también Narciso.....) lo mataron a pedradas..... Nostalgia de la muerte, de recuerdos que se despiertan para arrasarte, que se acercan aullando con el cuchillo en la mano. Me siento paralizado, intentando bloquear el recuerdo. Pero el recuerdo está aquí, en sangre, en la mirada que no puedo encarar. La ausencia está aquí. En los momentos que lo arrasan todo. En el letargo que sólo se quiebra con estallidos de exasperación, con gritos, con toda la rabia, el rencor, la crueldad absurda, desatada. Hasta que el cuerpo cae exhausto, y con suerte llega un momento inconmensurable. Black-out. La tristeza, los fantasmas, soplan más fuerte que el viento..... La culpa de seguir aquí vivo, cuando quizá debería haber muerto mucho tiempo atrás. Atravesar cuanto antes las puertas del Hades. Así muchos encuentros fatales no habrían tenido lugar, no tendría que repudiar lo más querido. Agacha la cara, baja la vista de vergüenza. Y estate callado. En silencio. Hasta que pase.